XXVIII VUELTA POPULAR SAN SILVESTRE SALMANTINA

Con Juanlu antes de salir

Una excepcional mañana. Una atractiva experiencia. Existen condicionantes para echar abajo los proyectos. Pero siempre existen seres queridos que ayudan a hacerlos realidad. Gracias, peque!!

El despertador suena a las 4.30 AM. Mi hermana tiene vuelo a las 7:00 y debe irse pronto y necesita quien la lleve. Afortunadamente, mi semana de vacaciones lo permite. Ida y vuelta a Barajas y justo dormir un poco para ser persona. En pie, despedir a mis padres que se iban en AVE y Elena los llevaba a la estación de Cercanías tras dejar al peque en la guarde y que se despida de sus abuelos. Gracias peque!!

Llamada perdida... ya están abajo mis amigos. Alberto y Juanlu. Hala, vámonos pa'Salamanca. Todo el mundo me había hablado bien de esta San Silvestre. Es innegable que acertaban. Tras poco más de dos horas de viaje llegamos al destino. Empieza la odisea.

Imposible aparcar, y los garajes públicos cerrados por ser festivo. Tras muchas vueltas, lo conseguimos, aunque no de manera reglamentaria. Vamos a pro el dorsal. primer inconveniente: estrecho pasillo de acceso a la zona de dorsales y guardarropa, motivado por ser acceso, salida y también lo fue para carreras de menores, acompañados de sus padres. Al llegar, dos ventanillas de entrega para 5000 corredores (cierto es que los locales podían retirarlo con anterioridad). Cola. Se nos echaba encima la hora así que aproveché que llevaba la mochila para dejar la ropa de Juanlu y mía en el ropero; ya que no dejaba tiempo a ir al coche: ni vaselina, ni café, ni nada de lo habitual. La salida bien, sin problema, había "cajones" orientativos que la gente, evidentemente, no respetó. Es curioso que me encontrase de nuevo con Miguel entre el gentío, así como sucedió en la Behobia. Seguro que vamos a una carrera de 50 personas y no nos vemos.

En el Puente Mayor

La carrera, por otro lado, es preciosa. El recorrido muy bonito, con mucho público, nada animosa (podía ser el frío). Pasa por la Plaza Mayor, calles peatonales del caso histórico, cruz el Tormes hacia fuera por el Punete Mayor y vuelve de nuevo a la ciudad,... Muy bonito. Ni el frío se apreciaba.

La gente muy bien. Es una carrera popular. Nada que ver con los replicantes de camiseta idéntica de la Vallecana. Muchos disfraces, muy originales, mucho cachondeo, mucho espíritu festivo, poca marquitis (¿poca?),...

En fin, tras una carrera de paseo, parando a hacer fotos y regulando la semanita que me espera, llegamos al caos. Embudo en el acceso al recinto post-meta (que era el mismo de los dorsales) pero por una entrada más amplia, insuficiente para tragar con la gente que llegaba. Primer servicio: avituallamiento. No había nada. Seguimos adelante. Segundo servicio: camiseta. Mogollón por mala señalización en el acceso que estaba separado por tallas. todo el mundo forma un embudo hacia la primera fila. Accedo tras un buen rato y tuve suerte, era la talla XL. Para salir del recinto, tres cuartos de lo mismo. ¿Imprevisión, desborde, se les ha ido de las manos? Una carreraza como ésta no se merece esta organización.

Tras llegar, busca de un lugar para comer algo con Juanlu, unas raciones y vuelta a casa, debía recoger a Jorge a la salida de la guarde a las 17 horas. Gracias peque!! Alberto se quedó a comer con unos amigos para regresar en tren más tarde.

A grandes rasgos, así queda la crónica. Segunda San Silvestre en 2011 (quedan 5) y carrera número 48 del año. Ahí estamos. El track aquí y algunas fotos de los disfraces, donde siempre, a falta de recibir las de Alberto, Juanlu y alguna que vea por internet de los múltiples fotógrafos salmantinos apostados a lo largo del recorrido.

GRACIAS MI AMOR!!!! VA POR TÍ!!!