XVI MARATÓN ALPINO GALARLEIZ



UNA VISTA DE BALMASEDA, CON EL PUENTE AL FONDO



Enkarterri. Las Encartaciones. Comarca situada en la parte occidental de Vizcaya y limítrofe con Burgos, Cantabria y Álava. Su patronímico es de origen contradictorio. Por un lado se dice (parece la opción más documentada) que el nombre procede por la incorporación de las tierras que la forman al Señorío de Vizcaya a través de cartas y privilegios, denominándose a los habitantes "encartados" y "encartaciones" a las tierras por ellos habitadas. También existe otra teoría que dice que sería tierra refugio de "encartados", de encausados, favorable a ello por su orografía. Son reseñables las luchas de bandos entre Oñacinos y Gamboinos.

Históricamente sería algo complejo definir la evolución en la conformación de los territorios, pero podemos resumirlo como la conformación de los municipios de de Lanestosa, Karrantza, Turtzioz, Artzentales, Sopuerta, Galdames, Gordexola, Güeñes, Zalla y Balmaseda a los cuales se han unido después Alonsotegi, Valle de Villaverde, Abanto- Zierbena, Muskiz (salida al mar) y Ortuella por temas de conformación socioeconómica, básicamente.

Balmaseda, municipio de singficada importancia, por ser la primera villa vizcaína (1199) era el lugar al cual nos dirgíamos Carlos y yo para hospedarnos. Balmaseda está dominada por el monte Kolitza, unos de los cinco montes bocineros, junto con Ganekogorta (también en las Encartaciones), Sollube, Oiz y Gorbeia. En estos montes se hacía sonar un cuerno para convocar a Juntas Generales, las cuales se celebraban alrededor del mítico árbol de Gernika. 



EL KOLITZA, VISTO DESDE EL ALTO DE TERREROS, CON LA ERMITA DE SAN ROQUE, PATRÓN DE BALMASEDA, AL FONDO.



Llegamos allí a las 14 horas. Tarde para comprobar que la villa se encontraba en plenas fiestas del Carmen y para perdernos la degustación posterior al concurso de marmitako y de tortilla que se celebraban el sábado por la mañana. Aún así, disfrutamos de su bello casco histórico y degustamos un pincho. Eso sí, para comer fatal, nadie nos quiso dar de comer, tuvimos que ir al Eroski a por unos sandwiches y comerlos en el hotel, viendo el Tour. Tras ello fuimos a Zalla, lugar donde se organzia la carrera y que es la meta de la misma. Cogimos dorsal y chip y luego asistimos en el zine-antzokia, de construcción muy moderna e impecable a la charla coloquio que nos dieron, en la cual hubo pase de diapositivas con explicación detallada del recorrido, comentarios de miembros históricos en participación, homenaje a Pedro Galarza que se emocionó y también a dos alpinistas locales que culminaron Aconcagua y Everest, respectivamente. Allí nos citamos con Javi e Ino y, tras unas cervezas nos fuimos a cenar mientras ellos se iban en tren a Bilbao; ya que el último pasaba a las 23.30h, demasiado tarde para el descanso. A dormir tras disfrutar de los fuegos artificiales por la ventana de la habitación, que colgaré en internet para que vosotros también podáis, si os gusta.

JAVI, QUIQUE, CARLOS Y YO, UN MINUTO ANTES DE SALIR

Nos levantamos (y tras preparar el material y diversas dudas sobre zapatillas, camelbak o no, que llevar de comer, si llevar chubasquero, etc.) y fuimos en coche a Zalla desde donde salen los autobuses que trasladan  a los corredores a la salida. La carrera sale en San Pelayo (Burgos) y recorre los montes de Ordunte, subiendo y bajando 12 montes. Al subir en el último autobús, llegamos prácticamente 30 minutos antes con lo cual entre dejar la bolsa, saludar a Quique al que allí encontramos y a Javi, dio tiempo al pis, a calentar, a la foto previa y al lío. 



Veréis en la foto que llevo un juguetito que me he adjudicado, es una cámara para llevar en la cabeza o la muñeca, una especie de gran angular con 179 grados, habréis visto cosas similares on board en bici, en tablas de surf, etc. Así se pueden documentar mejor las aventuras. Los pocos cortes que filmé estarán en el canal de youtube cuando acaben de descargarse porque van muy lentos.

Vamos a la carrera. Mi planteamiento, dado mi precario estado era muy conservador al principio, llegar al medio maratón en 3h-3h30' para tener fuerzas en la segunda mitad que, por lo leído en otros blogs se antojaba más duro y llegar sin muchos estragos en 8 horas. Así, se fueron rápido Carlos (4h50 en meta), Quique (5h20) y Javi, que sufrió una torcedura en el km 7 en la bajada del Zalama y tuvo que abandonar en el medio maratón, víctima de un esguince de tobillo diagnosticado ser trasladado al hospital. Ánimo, Javi y el año que viene escribes tu una bonita crónica.

No hay que decir que salgo el último. Bueno pues se sale unos dos kms prácticamente llano por carretera y se gira a derechas ya en camino y se empieza a subir ligeramente. Yo tenía el plan conservador pero vi que mucha gente ya paraba. detrás mío debería haber una decena escasa de corredores, la mitad de los cuales me pasaría en el recorrido.  Así que pensé que sabrían lo que nos espera y comencé el trotandando: poca pendiente corriendo, mucha pendiente andando. La subida empieza a empinarse y cuando pensamos que llegamos arriba, aparece un picacho, el Zalama. La sensación que da en algunos de ellos es que son bastante empinados, eso sí, no excesivamente largos, excepto Zalama y  La Garbea. Zalama se corona en el km 7 donde nos espera el primer avituallamiento líquido. Es corrible. Luego empieza una bajada de tierra blanda con muchos hoyos supongo que provocado por el ganado vacuno que, atónito nos observaba pasar. La pendiente es importante. Es algo caracterísitco de Galarleiz, bajo mi punto de vista: las bajadas son de gran inclinación, teniendo que tirar o de técnica para ir rápido o de músculo para retener y no estrellarse.

Tras bajarlo una subida corta nos lleva a Lamana y de ahí una suave subida a Salduero y tras bajar un poco en pendiente corta, subimos a Maza del Topo, otro monte cortito. Las vistas son espectaculares. El viento muy fuerte y la sensación térmica, baja. Veréis que el prometido amplio reportaje fotográfico es bastante pobre en carrera y ello viene motivado porque pararse a sacar la cámara era ciertamente un riesgo y la cámara on board se me la llevó un golpe de viento que me quitó la gorra. No la perdí pero fue a la buchaca. De tal manera que me llevé el camelbak para poder usar la cámara (ahí estaba bien), la on board (también abrigadita dentro) y el móvil (que de tanto botar se descuajaringó y no funcionó hasta las 20 h+-). Podría haberme ahorrado el/los armatoste/s pero...¿quién lo sabía?.

La bajada complicada conduce al Balgerri un picacho imponente (el quinto) que se coronaba para continuar en un cresteo acojonante por el viento con el precipicio al lado y que se iba estrechando para, al final empezar a bajar por un camino estrecho y empedrado en el cual sufrí una torcedura de tobillo justo delante de la Cruz Roja al inicio de Ilso de Estacas. Reflex al canto, hecho que repito cada vez que me encuentro a la Cruz Roja, como remedio preventivo. Subiendo Ilso de Estacas aparece la niebla. Es corto y no muy duro aunque ya hay que ponerse a 20 uñas en muchos tramos. La bajada es muy peligrosa, con niebla, lluvia, en un bosque a través de un sendero con piedras húmedas y barro ya pisado por 600 pies... Pues allí mi segundo tropiezo...También con fortuna, solo me mancho de barro y me golpeo la rodilla sin consecuencias. Sigo bajando ya con miedo y empiezo a caminar incluso en tramos rectos o en bajada...

PINCHO DE CHORIZO Y VINO EN EL BURGÜENO

Subo a Maza Pando, otra subida menos corrible y bajada que desemboca en un tramo recto y muy corrible pero a través del cual ya me van pasando muchas bicis. Paso el medio maratón (+-3h30', según plan pero al límite) y un poco más adelante ya está el desvío para subir Burgüeno. Los de las bicis se descojonan y me dicen que ·"en este momento no me gustaría ser corredor" cuando ellos siguen pisteando y yo monte arriba. Las subidas me van bien, corro, ando mucho pero no tengo molestias. Las bajadas me tienen muy castigado, ya voy al límite y falta la mitad pero...arriba en Burgüeno, los voluntarios me ofrecen compartir su comida: pan con jamón, chorizo y vino.

A partir de ahí empieza un descenso junto a una valla que separa de un cortado que acojona, se puede correr bien: no es estrecha ni resbala ni tiene demasiada pendiente. Pero empiezo a notar que muscularmente voy a mucho menos y un problema añadido empiezo a tener ampollas, sobre todo una en la planta del pie, en la zona del talón.  Así, me planto al pie de Terreros, cuya subida es corta y desde la cima se divisa el Kolitza. Eso sí, de la base del mismo, separa una bajada vertical que acaba de destrozarme los pies y me hace heridas entre los dedos por el roce con las uñas, de ir con los dedos en garra frenando. El Kolitza es corto y dura pero corrible. Ahí me alcanza, Dulce; ya que en la base, paro en la Cruz Roja, además de para el Reflex en el tobillo, para pringarme todos los pies en vaselina y me tomo un ibuprofeno. Bajando el Kolitza, me deja pasar pero no bajo, me duelen los cuadríceps mucho y los pies no soportan las zapatillas. Muchas veces pensé en descalzarme. La bajada es muy larga y paso un mal rato, muy malo, se me van los tiempos de paso y las ganas de retirarme sobrevuelan. Pero al no ir sólo se me hace más llevadero.

LA ÚLTIMA REAMPA DE LA GARBEA

La ascensión a la Garbea es muy larga pero muy corrible pisteando, la cuesta más dura es el final. Ahí camino ante la mirada de unas terneras, siguiendo a un ciclista y con Dulce ya algo atrás y a la que perdería de vista en la bajada de la Garbea: larga e insoportable con tramos muy verticales y peligrosos en los cuales me caí dos veces sin resultados negativos. Ya auténticamente hasta el gorro y sin fuerzas aparece una zona corrible en torno al km 33 y durante un par de kms, para luego seguir el martirio de las bajadas hasta llegar a pies del Martintxu...

CARTEL DE "BIENVENIDA"

EL MARTINTXU, DESDE LA CIMA

Nada más ver el cartel, acojona. Verlo de cerca, más. Los comentarios de los voluntarios del avituallamiento al pie ("éso es humillante") no ayudan a afrontarlo con optimismo. Me bebo un powerade y en la entrada del Martintxu un poco de agua, y p'arriba. Tiro sin parara hasta un descanso que hay a mitad. Allí paro, tomo aire y recupero la respiración, decido ir hasta la bandera de La Rioja y cuando llego me planteo ir un par más, hasta la de Madrid y pienso "a Óscar le gustaría". En ese momento (soy poco sospechoso de creer en estas cosas) empieza a soplar una racha de fuerte viendo favorable que me da alas para acabarlo del tirón, parando sólo una vez... Ah, es incorrible. En la cima espero a Dulce, nos damos ánimos y sigo bajando, ahora ya corriendo por pista. La pierdo de vista hasta que la vi llegar en meta, con la rodilla sangrando.

Ahí espera el postre, otra subida por pista (digerible) y una vez más, otra bajada bastante vertical que acaba conmigo pero a falta de 4 kms ya no me para nada. En ese espacio y tras la bajada se pistea en ligera bajada en la cual adelanto a una docena de senderistas y me voy animando hasta que espero llegar a meta junto con Javi para hacer un homenaje a Óscar que habíamos planeado. Pero Javi no estaba, luego Carlos me informó del accidente. Así que entro en meta rozando las 8 horas previstas pero con la sensación de que en un par de horas menos se puede hacer "sin mayor esfuerzo" y con la zona desangelada, casi sin atletas, sólo con voluntarios.

OTRA A LA BUCHACA, LA PRIMERA DE MONTAÑA

Altamente recomendable y muy corrible, esta es una crónica de un mediocre asfaltero amigo de la montaña. Para cualquier iniciado en la montaña, no tenga en cuenta más que la dureza del recorrido: subidas y bajadas constantes con pocas zonas de recuperación pero peores las bajadas, para gente con técnica o piernas muy fuertes. Es una carrera muy divertida y con unos paisajes increíbles y una organización fantástica.

Esta mañana a las 5.30 hemos alzado el vuelo y, tras desayunar, para casa. Ahora , a quitarse estas malditas ampollas, heridas, agujetas, no puedo andar, tengo los pies inflamados y el cuadriceps amorfo. El míercoles al fisio. Dos semanas de descanso y...a preparar Berlín!!!

Gracias a todos por vuestro apoyo, especialmente a mi mujer y a mi hijo. Al blandito, que se le ha echado de menos, así como al resto de aventureros.

Aquí va el track , tengo ganas de mirar un día con más tiempo las pendientes, por curiosidad. Espero que algún año se carguen los vídeos de una maldita vez para que veais algún trocito (y comentemos si vale la pena seguir usando el cachivache), las fotos donde siempre y  espero añadir alguna que me hayan hecho en carrera aunque no he visto más que un tío en un pick up al principio y no sé ni habría ya algún fotógrafo en meta cuando llegué...