"Think global, act local". Esta frase ha devenido muy famosa en los últimos tiempos. Atribuida a Patrick Geddes a principios del siglo pasado y hablando acerca de cuestiones urbanísticas (de hecho, su uso ha sido frecuente en desarrollos urbanos y fundamentalmente en teorías nodales), su popularización viene de la mano del uso en términos ecológicos y fue adaptado en las estrategias de las compañías multinacionales.
Parece mentira que los bancos españoles cometiesen un error tan grave. Unas entidades con unos servicios de documentación repletos de gente válida, que piensan en global...¿cómo es posible que piensen en local? ¿Qué adquieran la mentalidad de la gente y que el negocio sea el ladrillo? O sea, lo que se ha pensado toda la vida, hay que ahorrar para tener una casa en propiedad. A algunos se les iluminó la mente y dijeron... ¡aquí hay negocio! Pues toma, 700.000 pisos sin vender, tanto por impagos de particulares como por financiaciones de obra no atendidas.
Aún así... que malos son los bancos. No estoy totalmente de acuerdo. Si no dan dinero, frenan la economía, si lo dan con alegría, tienen la culpa de la crisis. Si el Estado les da dinero para que no quiebren, no debería haberlo hecho. Si no se lo da y quiebran... no quiero ni pensarlo (o sea, nuestros ahorros desparecen, para empezar). ¿Quién desface este entuerto? Desde luego, gran culpa tienen los bancos de la situación actual pero también aquellos quienes se han empeñado en vivir y adquirir bienes de consumo o inmuebles por encima de sus posibilidades económicas.
El crédito es el impulsor del consumo. Cuando se corta, se frena el consumo y así estamos: no hay demanda y, por lo tanto, no hay crecimiento económico. Desde que se inventó la tarjeta de crédito (y también a mayor escala los créditos personales y los hipotecarios) la financiación de pequeños importes es definitiva para mucha gente para poder ir de vacaciones o un fin de semana de viaje, comprar ropa, gasolina y otros pagos menores. Incluso estoy harto de ver gente que paga el pan y el periódico con tarjeta de crédito. Si no existiese esta vía de financiación al consumidor... el desastre ya sería absoluto.
Y, para rematar, ahora vendrá Moodys y bajará la calificación de riesgos a las entidades bancarias tras el próximo test de stress... Los únicos Moodys que me parecen respetables son los de los años 60, aquél grupo inglés que creó esta inolvidable canción (pensada en local, se convirtió en global...), "Noches de blanco satén"... ¡Viva el amor!
Gran post Santi, y totalmente descriptivo de España, donde la tendencia localista es algo que va en nuestro caracter, nos sigue faltando solidaridad y sobrando egoismo.
ResponderEliminarY por supuesto mejor tema "nights in white satin"