46 BEHOBIA-SAN SEBASTIÁN

En primer lugar, mi más sentido pésame a la familia y amigos del compañero César Elorduy, vizcaíno de 40 años, fallecido en la carrera. Cayó desplomado en el km 19, delante del Kursaal, con la meta a la vista. Casi le pisamos. Con su camiseta naranja de su club, sobre el suelo mojado, la lluvia empapándole... los sanitarios le atendieron; pero un par de horas más tarde moría en el hospital. Cuando estaba en el suelo, la marea de corredores pasaba por su lado sin prestar excesiva atención, en pos de la meta. Cuando, en el hospital, se debatía entre la vida y la muerte, nosotros estábamos ya tomando pinchos. Es la vida, puta vida. Moriste haciendo lo que te gustaba: deporte. Descansa en paz, compañero, nunca olvidaré tu imagen.

Respecto al desarrollo del finde, teñido de luto, el resultado es un sabor agridulce. Viajé con los Runners de Barrio (que grupo de gente maravillosa!!) y nos alojamos en el Albergue de Ondarreta junto con Juanlu, quien se incorporó proveniente de Pamplona y con 3 grapas en el coco tras golpearse horas antes con la rama de un árbol mientras paseaba. El viaje fue tranquilo y en la parada cenamos con un catering excelente preparado por Alberto (pre-si-den-te, pre-si-den-te,...). No salí por la noche. Dormí mal, cama pequeña y extraña; pero bueno, es lo que hay.

El sábado amanecimos pronto; ya que habíamos quedado a las 10 en la feria con los RdB. de hecho, la propuesta inicial era salir a rodar unos 45 minutos por la mañana temprano y luego desayunar juntos y todos a la feria; propuesta que fue desestimada al llegar al albergue; ya que la mayoría optó por salir a tomar algo. Así, fuimos a desayunar al centro, y luego a la feria (allí vimos a Javi y Rober que habían venido trotando), donde me compré una gorrita con orejeras para esta época fría que empieza; ya que por lo trade me rapé la cocorota. Nos fuimos después a una terreza en el boulevard, donde coincidimos con Michel y unas cañas (encantado de conocerte), hasta que llegaron Javi, Alberto, Alicia y Diarmaid. Compartimos unos pinchos (excelente el de morcilla con piperra, picantito). De allí nos fuimos al Txokolo. Revuelto de bacalao con ajos tiernos, rape a la brasa, pantxineta, Remelluri, café y pacharán. No hace falta que califique la comida. Y, de ahí, a la siesta, con nuestro querido compañero de habitación "el chino" (aka "érase un chino a un portátil pegado"). Aproveché para raparme. Luego, los RdB se quedaron cocinando la cena en el albergue (pasta, fruta, etc) mientras Juanlu y yo cenamos en el antiguo de pinchos (y así me fue). Antes, nos vimos con Santi y Juan Carlos y su mujer Henar e hijo Pablo. Tras infinitos pinchos, los últimos ya por gula, paramos a tomar un pacharán. A las 5 AM me desperté y fui al inodoro a regalarle algo que estorbaba en mi intestino. ya no pegué ojo.

La carrera prometía ser dura, me encontraba mal, fui otras dos veces a evacuar. Bebí agua para evitar la deshidratación. No hacía frío, no llovía, no hacía viento. En la zona de salida encontramos a Manu y a Teo. Me tomé un café para templarme y me asentó bastante. La salida está bien organizada, por cajones distanciados en tiempo, no salen todos a la vez sino que hay unos minutos entre la salida de cada cajón. Empieza a llover. La salida es bonita junto al río Bidasoa, en llano luego se entra en Irún y se sube a Ventas para luego ascender un par de kilómetros sin parar al alto de Gaintxurizketa, punto más alto de la carrera (km 8). De ahi se baja en continuos toboganes hasta Lezo y luego al puerto de Pasajes el cual se atraviesa para empezar la empinada subida a Miracruz (km 16) y de ahí bajamos hasta Donosti, acabando en el Boulevard. Sufrí los pinchos del km 13 al 16 y, claro, mi tradicional problema con las cuestas. El resto bastante bien, para acabar +- a 5'30" con 1h49'42". Carrera espectacular, para repetir. El recorrido es exigente, no duro. Pero más de 20000 corredores y el público animoso a lo largo de todo el recorrido, te hacen sufrir menos mentalmente y parece que vayas mejor de lo que en realidad vas. Que me olvidaba. Pongo el track para que os fijeis en mi subida a Miracruz, menuda gacela!!! Por cierto, que he descubierto que allí está el restaurante Arzak. Apuesto a que si algún día voy a comer allí, vestido con zapatos, traje y corbato, tardo en subir Miracruz la mitad que ayer, jejejeje

Tras llegar e intentar ducharnos en La Concha, la aglomeración nos hizo optar por lavarnos como los perros en un lavabo: la cabeza, la cara y los sobacos, un poco de desodorante y a por la comida final y el viaje de vuelta. Al llegar, cogí el último cercanías, llegué a la estación de Valdemoro a las 0 horas, ya no había autobuses, así que otros 5 kms cuesta arriba de propina andando hasta casa, con el fresquito que hacía y cargado con mochila y trolley...

No hay muchas más fotos, pero en mi pikasa están. Iré añadiendo las que encuentre. Como homenaje a las tierras donde estuvimos, os dejo un grupo de txalaparta que me gusta mucho, Oreka tx, fusionan varias músicas étnicas y, la verdad que el resultado es agradable.