jueves, 21 de octubre de 2010

QUI ÉS L'OSQUII?? (KIESLOWSKI)



"Estos son mis principios. Si no le gustan, tengo otros."


Valeriano Gómez, Ministro de Trabajo

Ay, si esta frase es de Groucho Marx... ¿en que estaría yo pensando? En este país de pandereta en el cual ayer lo más importante era la paridad (alias discriminación positiva) que nos "obsequió" al intelecto con ministras de la talla cultural de Magdalena Álvarez, Bibiana Aído (o debería decir Aída) o Carmen Calvo; y ahora ya no lo es, suceden cosas más bien raritas. Es conocido que el nuevo ministro de Trabajo se significó en la pasada huelga general por manifestarse en primera línea contra la "reforma laboral" que ahora tiene que defender. ¿No parece absurdo?

Me ha reconcomido el tema de la paridad tras sucederme dos acontecimientos consecutivos. El primero: el discurso de despedida de la vicepresidenta De la Vega (no es de mi estilo, por su sectarismo). Me ha parecido delicioso por recordar el hecho histórico de ser la primera mujer en este país en presidir un Consejo de ministros y mencionar que no hubiese sido posible sin el trabajo previo de tantas mujeres que lucharon por la igualdad.

El segundo: volver a ver "La doble vida de Verónica" de Kieslowski. Yo no era excesivamente cinéfilo en mis etapas tempranas. Es más, me gustaba el cine comercial y de acción. Pero hete aquí que un día me planté en el cine Verdi, uno de aquellos pioneros y escasos V.O. y un templo en BCN, sito en una zona clave del barrio de Gracia, ideal para cenar después en un buen sitio o salir de copas por allí. Quizás mi inicio fuese por el esnobismo de ver pelis en V.O. (me había estrenado en el Casablanca viendo "Cliente muerto no paga" y me descojoné bastante con un histriónico Steve Martin rodeado de cameos con estrellas en una sucesión continua de sketches que podían, o no, encajar con el guión; lo que interesaba en el producto era encajar el cameo) y por ese peculiar ritual de leer los folletitos con la reseña de la película y ese olor a tinta que llevo en la sangre.

Ciertamente, ya llevaba unos añitos en el circuito V.O., por otro lado tan escasito de salas, que un día me topé con un dilema: ver "Un lugar en el mundo" de Aristarain, o "La doble vida de Verónica" de Kieslowski. Leyendo las reseñas, la verdad es que los temas no acompañaban mucho mi estado de ánimo, muy positivo en aquél tiempo para esos dramones infinitos. Al final ambas han sido deliciosas para mí. Bueno, pues recordé haber visto recientemente en TVE2 a horas intempestivas "No amarás", de Kieslowski y me dije que debería ver su nueva película. La verdad, creo que es una obra maestra. Los hay críticos y piensan que está sobrevalorada. No voy a discutirlo, como tampoco discuto de vinos: ¿te gusta? Pues entonces es bueno.
Vale. Al tema. La película es brillante, hermética, en una atmósfera intimista, existencialista y delicada sobre la vida, la muerte, subrayando el universo femenino (papelón de Irène Jacob, la cual está en mi imaginario de la interpretación desde entonces; y con rango de "beatificable" tras verla en "Tres colores: Rojo"), la soledad, la intuición y... el anhelo. Muy existencial. Todo esto narrado e interpretado con fuerza e impacto musico-visual. La música y la fotografía, propios del cine del director polaco, son sublimes y ayudan a magnificar el carácter simbólico (desde que estudio humanidades más me apasiona el simbolismo) presente en la obra de Kieslowski. Os pongo un link un poco más específico y serio si queréis profundizar.
Bueno pues eso, que el tema de hoy va un poquito en un homenaje a la mujer que no necesita de la paridad para buscar su lugar en el mundo y capaz de ser intuitiva, tener anhelos que la matengan viva y suficientes motivos para vivir y ser feliz. Schelling atribuye, en "Sobre la esencia de la libertad humana", a la propia existencia humana una tristeza fundamental, ineludible, la cual proporciona el oscuro fundamento sobre el que se apoyan el conocimiento y el intelecto. No me apasiona este intelectual idealista de principios del XIX, pero esta obra me parece un interesantísimo punto de vista, glosado por George Steiner en "Diez (posibles) razones para la tristeza del pensamiento".
Amigos, desterremos la tristeza de nuestro alrededor, aunque ello supusiese dejar de "ser humanos".

4 comentarios:

  1. Muy buena entrada Crusti. Por cierto, hace muchos años tuve la oportunidad de ver esta película una madrugada en La 2, me fascinó, al igual que la trilogía de Tres Colores. Pero en mi caso, siento adoración por Juliette Binoche. Un besote, nos leemos

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  2. Gracias, Celina. A mi, la Binoche se me cayó un poco cuando, tras el exitazo de "Azul", se "vendió" a Hollywood para hacer pelis malas por pasta ;y ya no hizo ningún papel bueno. A mi juicio, claro.

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  3. Se me pasó este post. No he visto la película pero la veré. Me gustó mucho la trilogía de los colores. Sí "Un lugar en el mundo". Aristarain no decepciona. Eres un "cultureta". Deberías haber seguido viendo cine comercial. No escribirías cosas tan raras :)

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  4. La película que confirmó a Kieslowski a nuestros ojos y que sirvió de enlace entre el Decálogo (Polonia) y su última Trilogía (Francia). Excelente película, como también lo es el reflejo de las tribulaciones "de los últimos -istas en un rincón de la Pampa".

    Una inaguantable anécdota personal. Fui de los primeros en España en enterarse del comienzo de la Guerra de Irak. Una madrugada de 1990 andaba viendo el ciclo Kieslowski en la 2 cuando en mitad del Tercero (primero que ponían esa noche), se cortó la emisión y apareció un miembro del Pentágono.

    Aprovecho para recomendar también su primera etapa polaca, no muy conocida, con maravillas como Bez Konca o Camera Buff.

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