NOSTROMO

"Se escribe para llenar vacíos, para tomarse desquites contra la realidad, contra las circunstancias."

Mario Vargas Llosa

Para los aficionados al cine, Nostromo es la nave de la película (obra maestra!!!) de ciencia ficción dirigida por Ridley Scott y protagonizada por Sigourney Weaver en el inolvidable papel de la Sargento Ripley: "Alien, el octavo pasajero". Para los aficionados a la literatura, una más que interesante novela de intriga política del prolífico Joseph Conrad (sí, el mismo de "El corazón de las tinieblas", ambas altamente recomendables), aka del polaco Josef Teodor Konrad Korzeniowski, al cual tuve la suerte de redescubrir el semestre pasado (y digo "re" porque ya hace muchísimos años leí "Lord Jim" y "El duelo", que yo recuerde) en Historia Contemporánea, a raíz de leer su delicioso libro como contexto del colonialismo en África.

Para ahondar aún más en la herida de mi vasta ignorancia, en pleno sábado hogareño, con Elena trabajando, Jorge malito y refugiados en casa del aguacero incesante contemplo en pleno zapping como, en la 2, nos obsequian con un programa de literatura cuyo título es Nostromo. La primera sorpresa (no puedo verlo entero porque Jorge se despierta de la siesta) es el lugar donde se celebra, en Formentor. Un paraíso, sin duda.

Pensaba, meses atrás, en escribir algo sobre Miguel Hernández. Se me adelantaron. Estos días he dado vueltas al Nobel de Vargas Llosa. Se ha dicho tanto que hasta mi propia opinión personal ya habrá alguien que la haya formulado. Así que voy a hacer una pequeña reflexión sobre la escritura.

El apartado dedicado a los escritores debe ir algo así como de la escritura de los diarios. Veo fragmentos de las entrevistas a Carme Riera y José Carlos Llop. Y saco conclusiones. La escritura de diarios en nuestro país siempre ha estado demonizada como literatura, en todo caso considerado género menor. No es así en otras lenguas. Básicamente esta idea proviene de la errónea concepción en nuestro país de que éste es un género de narcisismos. Viene a decir Llop, previa negación de la mayor, que la escritura de diarios a la literatura es algo así como el hombre casado al soltero. Esto es, la escritura de diarios da un orden, una estructura, una planificación de la cual los demás géneros literarios carecen; aunque sea por el mero hecho de la fecha. Ahora lo vemos normal, con la existencia de infinitos blogs y diarios en internet se ha normalizado la producción literaria, de tal manera que en negro sobre blanco ya nos parece un género literario más. Este hecho, el de la comparación del hombre casado me hace reflexionar sobre una metamorfosis mental que me ha empujado a expresarme, ha ayudado a articular un discurso nacido a la sombra de una madurez casi catárquica (y, en mi caso, inesperada). Lo curioso es que los diarios siempre han sido unos productos asociados a la adolescencia, casi a la parte inicial de la adolescencia y/o la tardoinfancia. Pero vete aquí que la realidad es que es entre la población madura donde la creación del estilo dietario abunda con mayor profusión. Sería cuestión de analizarlo. Carme Riera añade el sentido etimológico de la escritura intimista; ya que íntimo proviene de la palabra timo, cuyo significado es temor. Escribir sobre algo íntimo sería, pues, exorcizar, sacar a la luz los temores de uno, nada más lejos del narcisismo con el cual se califica a los creadores del estilo dietario. Más bien al contrario.

Como conclusión, Llop añade que el desarrollo de la creación de escritura en diarios, puede resultar una arquitectura a partir de la cual desarrollar una capacidad literaria latente. Y me ha hecho cosquillas con su afirmación. Ahora que tengo tiempo...¿por qué no pienso en escribir algo?. Ya sabéis: no hay que morir sin escribir un libro, tener un hijo, plantar un árbol (cultura popular dixit (et pixit, como diría la ya olvidada ministra de incultura, jejeje). La interesante reflexión final, casi filosófica, del autor de "La escafandra" dice que la realidad, la vida nos ofrece multitud de incesantes hechos que observar (yo añadiría, infinitos) y que hay que estar atento y ser buen observador para ser capaz de discernir los que valen la pena para poder crear literatura a partir de ellos. Pues eso, que va a ser que con un empujoncito, me pongo manos a la obra.

Tengo ganas de abrir ya una entrada con una asignatura del semestre: "Teoría de la cultura". Pero no sé por donde hincarle el diente. Amenazo con soltaros un rollo al respecto (seguramente contra el totalitarismo de las asignaturas de la cultura oficial: o sea, la progre) y meter ahí dentro un trapo empapado en gasolina con el plan Bolonia, a ver si estalla el PC. De momento no soy capaz; pero seguro que ya me interpretáis, mejor que yo a mi mismo.

Bueno, pues eso, voy a ver si consigo bajar las patas a la riojana que me he comido hoy (lo malo que tiene estar sólo es que guisas para dos y, siendo sólo uno, comes hasta reventar) y mañana correré 20-25 kilómetros aunque caigan chuzos de punta (me he dejado hecho un potaje de garbanzos que tira p'atrás, reposando para la comida de mañana).

Por cierto, el próximo domingo 17, el CSIC. Una clásica madrileña (30ª edición) de 1o kms. en la cual me hará ilusión reencontrarme con todos los compis que allí acudirán. A ver si voy perfilando ya acercarme a los 5'. Y bajando. Don't stop...(os dejo con mis queridos Fleetwood Mac y una de mis canciones fetiche).