Es una pena lo influidos que estamos en nuestra vida por los medios de comunicación. Ellos nos informan; pero siempre lo hacen bajo un matiz ideológico, el cual no acabamos de percibir; aunque estemos en un cierto grado de madurez intelectual. A no ser que entremos a tomar partido en el maniqueísmo o dialéctica que nos rodea (que El País diga que El Mundo es Satanás y tomemos partido, o viceversa, y entonces asumamos como dogma los planteamientos editoriales correspondientes), no somos capaces de discernir cuales son las opciones de pensamiento y cultura más adecuadas.
Os he comentado que quería entrar a hablar acerca de una asignatura denominado "teoría de la cultura". Básicamente, sus contenidos (tomados del plan docente) son:
Genealogía del concepto de cultura.
Cultura versus natura.
Cultura como distinción, autónoma o como emancipación.
La cultura popular como alineación, reproducción o creatividad.
Cultura e Industria. Economía política de la cultura.
Resumiendo, la asignatura consiste en una visión, a lo largo del tiempo, del distinto concepto de la palabra "cultura", sus diferentes concepciones e implicaciones políticas y sociales (teóricas y prácticas) y la importancia de la cultura popular.
Es curioso para mí conocer que mis archinombrados filósofos de la sospecha (Marx, Freud y Nietzsche) no sólo fuesen padres del pensamineto actual, sino también de la gran mayoría de disciplinas científicas aparecidas a partir del siglo XIX. Fundamentalmente Marx: sociología, economía, etnografía, antropología,... (vayan ustedes añadiendo lo que quieran siempre y cuando acabe en el sufijo "-ía"). Y es curioso conocer como es a partir del siglo XIX cuando se inicia la preocupación teórica sobre la cultura. Un tal Matthew Arnold, en un contexto propio de la época victoriana y en pleno cénit del Imperio Británico, empieza a distinguir en un plano etnocentrista la superioridad cultural y de civilizaciones. No quiero avivar el debate del relativismo cultural ni del relativismo ético (en esta ocasión, jejeje). Este es el papá del meollo.
Lo curioso de todo (no profundizo mucho, como siempre, por no aburrir) es que se acepta, teóricamente y tras desarrollar durante siglo y medio a Arnold, que cultura e ideología son indisociables. Toma ya. O sea que cultura no será lo mismo para cada uno de nosotros, a no ser que tengamos la misma ideología (y entonces subimos al primer párrafo y nos alineamos con El País o El Mundo y a desfilar al Paso de la Oca por los Campos Elíseos). Alguna vez he escrito sobre la "cultura oficial" o impuesta o como se quiera decir y mi guerra contra el totalitarismo, desde la perspectiva de un ex-marxista-leninista y ex-nacionalista. La pregunta es: ¿qué es lo que vende: la canción o el producto? Pues depende de la ideología. Si a los que dictan lo que se lleva en materia cultural les interesa la canción como objeto estético, pues eso. Si resulta que se llaman grupo Prisa (por ejemplo, sin sesgo malintencionado) y tienen una discográfica, una cadena de radio y lo que quieren es vender el producto para forrarse (denominamos esto "Industria de la Cultura") pues vendemos el "produto". Y vaya este ejemplo, más claro aún en el mundo del cine, el cual ya es una vergüenza. Claro, luego no vamos a ver cine español... El cine americano, al menos sabemos que vende el producto, sin más interés que ganar pasta; sin querer bombardear por parte de las emisoras de radio, de TV, los periódicos, internet, etc. sobre el supuesto contenido intelectual de la película española de turno. Únicamente para vender el producto. Somos el claro ejemplo de una cultura ideologizada en extremo.
"El campo de la cultura popular está estructurado por el intento de la clase dominante para obtener la hegemonía, y por las formas de oposición a esta tentativa. Como tal, no sólo consiste en una cultura de masas impuesta coincidente con la ideología dominante, ni tampoco en simplemente culturas espontáneas de oposición, sino que es más bien un área de negociación entre las dos en que -en los tipos diferentes de cultura popular- los valores y elementos ideológicos y culturales dominantes, subordinados y de oposición, se "mezcla" en distintas permutaciones"
Estoy de acuerdo, y eso que lo dice Bennett, un teórico neo-gramsciano. Por cierto, cultura popular no confundir con algo exclusivamente "folk", va un poco más lejos y surge de la socialización del individuo, no del individuo tribal, es un concepto algo más amplio. Podríamos simplificar como que el debate teórico está en delimitar qué es cultura popular y qué es cultura de masas. Pero mi nivel aún no es capaz de dar una opinión no ideologizada, jejejeje. Tampoco es cuestión de pasarse a los antiglobalización o movimientos culturales, que también están altamente ideologizados.
Hala, ya os he dado el rollo patatero. Ahora voy a ver si corro un ratito, que no tengo muchas ganas... ¿Me quedo o me voy? Por cierto, un grupo para reflexionar: ¿cultura popular o de masas? Recordemos la alta ideologización de The Clash...
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ResponderEliminarA mi es que el concepto de cultura predomintante en la España oficial me resulta un tanto pintoresco, se empieza la casa por el tejado de tal forma que cultura resulta ser aquello que se subvenciona como tal y todos tan contentos, sobre todo los que le llevna la pasta. Por ejemplo y hablando del cine en EEUU, tienen claro que es una industria, un negocio, parte del el "show business", ha sido asi siempre y resulta que luego les "salen" cosillas como por ejemplo La Diligencia, una película de género, una del oeste ¿hay algo más comercial?Siguen en eso, hacen mucha bazofia no se va a negar, pero entre esta seguro que también algunas que dentro de unos años serán consideradas como clásicas. Por el contrario en España el cine es "cultura" y entonces tenemos una apabullante producción de obras maestras que dentro de unos años estaremos deseando volver a ver pues por ellas no habrá pasado el tiempo, por ejemplo... Jamón Jamón por poner un ejemplo.
ResponderEliminarEstoy de acuerdo en que es innegable la influencia iedológica de aquél que fija el concepto de cultura. Difícil estar al margen y elegir. Soy ecléctico por naturaleza y tiendo a ser escéptico con lo que me cuentan los medios pero es inevitable que te predispongan de una u otra forma.
ResponderEliminarRelacionado con el tema, siempre me molestó la distinción entre CULTURA, con mayúsculus o alta cultura y la cultura popular. Me parece que ambas son igual de respetables y son el reflejo de una sociedad en un determinado momento. Me puede parecer igual de interesante un cuadro de Velázquez que un arrastrada canción de Sex Pistols.
Vanguardistas como Andy Warhol intentaron acercar el concepto "arte" a pequeñas cosas que nos rodeaban y que tenían un valor cultural o artístico en sí mismo. En el fondo era un camelo. Realmente eran elitistas.
Clash... qué buenos. Buen post.
Phaeton, comprendo tu punto de vista y lo comparto. Para más INRI, el 90% del cine español es monotemático (la guerra civil), aparte del tema subvención que creo no merece que comentemos porque se nos acabarían los adjetivos. Al menos Torrente, sin pretensiones culturales (y seguro que refleja en su estética bastante de nuestra cultura popular contemporánea) es un claro producto industrial.
ResponderEliminarAtalanta, estoy de acuerdo. Como anécdota al margen, te diré que la lengua griega moderna ha sido durante un montón de siglos (hasta el siglo XIX!!!!) distinta la oficial (kazharevusa), empleada en legislación y documentos oficiales a la popular (demotikí). Por lo tanto es un ejemplo de que, muchas veces, la lengua (como manifestación sociocultural) escrita y oficial va por caminos distintos a la oral y popular, paralelismo con la cultura en general. A mi también me tienen sin cuidado tanto Babelia como Metrópoli (antes no, ¿eh?). ¿Mejor decimos que somos "eclépticos", por abreviar?
Un abrazo y gracias
Santi
Interesante párrafo el de Bennet, pero tengo una duda, ¿las subculturas se incluirían entre lo que él denomina "oposición", no?
ResponderEliminarEn cuanto a cultura popular entendida como la creada y consumida preferentemente por la población en general, pues en realidad hay de todo, aunque la realidad que nos venden ha engullido y engulle los talentos escondidos de la mayoría. Es una lástima que ahora que somos más libres que nunca a la hora de emplear nuestro tiempo libre nos hallemos convertidos en esclavos del consumo de un ocio tan patético y a la vez tan caro en la mayoría de los casos (tv, videojuegos, fútbol, spa, viajes organizados, etc). Y el coste no sólo es económico, lo más caro es el desperdicio intelectual.
Interesante post.
PD: espero que tu niño ya se encuentre mejor.
Gracias, Alicia.
ResponderEliminarefectivamente las subculturas serían oposición. Lo que dices hace referencia alos límites entre cultura popular e industria de la cultura, que es el último punto que veremos en la asignatura.
El peque me hecho padecer mucho. ´Lo que pensaba eran pesadillas+incisivos resultó ser un herpes en la boca que en un principio se manifestaba de esa manera. Después, más desarrollado, la boca totalmente llagada no permitía que comiese. Así que entre hambre, sueño por no dormir por el dolor ni el hambre y el propio dolor; lo ha pasado fatal. Ya está bien, afortunadamente. Ha pasado 10 días horribles y aún no está 100% regularizado; pero bueno, mucho mejor.
Un beso