Unos días atrás mencioné que hablaría un poco acerca de las influencias de la religión en el trabajo. No tengo ordenadas claramente mis ideas porque después de la indignación por lo sucedido en el simulacro de huelga general de ayer, la cabeza me hierva; ya que no logro separar mi situación personal del contexto general. Leyendo El País digital de hoy (¿por qué narices tendré la manía de leer la prensa de todas las orientaciones?, ya sabéis que la línea editorial de este periódico no comulga con mi idea de libertad), encuentro un artículo que me chafa un poco la idea. Y digo un poco porque sólo aporta una ligera descripción, muy somera y sin profundización científica en el tema. Está muy bien como introducción, así que simplemente aportaré un poquito más respecto los aspectos más importantes que considero el autor ha olvidado; dada su clara ,y manifiesta en el texto, tendencia marxista.
Comete el error de confundir el concepto del trabajo cristiano; ya que, y ésta era la base que quería plantear, tan cristiano es el catolicismo como el protestantismo. Sin embargo, el concepto de trabajo es distinta para ambas facciones, y distingue la diferente posición hermenéutica ante él de las sociedades que las abrazan. Por resumir, para los luteranos el trabajo dignifica al hombre y para los católicos lo denigra. O sea, que la cultura del trabajo y del esfuerzo de los países anglosajones viene básicamente de ahí y de un recurso al derecho natural como hombres libres e iguales. El catolicismo, presente en sociedades como España, Italia, Portugal e Irlanda (menudo cuadro) ha sido el que ha fomentado el no trabajar. Trabajar es indigno (ya se que aludiréis al ora et labora pero ésta era una peculiaridad de los monjes no de la sociedad civil) y ahí si que entronca con el cristianismo primitivo: trabajar es sufrir, es propio de los esclavos, no de los hombres libres. El refuerzo distintivo en la época de la Reforma provoca el surgimiento del pícaro, fenómeno tan típico (aunque no único) español. El pícaro, simplificando, es un vago que vive del cuento y aprovechándose del prójimo; pero además es gracioso, lo cual nos hace ser benevolentes con él. Y, claro, cuando vemos como vive un pícaro todos queremos ser como él. Vivir sin dar un palo al agua.
Éste es uno de los mayores problemas de nuestro país. Los países anglosajones y de cultura protestante, tienen en la cultura emprendedora una de las razones de su superioridad económica. Nosotros no, no debemos trabajar: viva la cultura del pícaro, del pelotazo, del robo a la Administración, de la subvención. Históricamente ha sido nuestra gran lacra, más notoria desde el fracaso de la Revolución Industrial en España, momento a partir del cual nos vamos alejando del desarrollo económico occidental. Esto, sumado a la enorme quiebra económica del estado en el mantenimiento colonial, las guerras del Imperio y, el aislamiento internacional en el siglo XIX y no quieros contaros el XX. Como muestra, España no se ha inmiscuido en una guerra internacional desde principios del siglo XIX, estando fuera de todas las alianzas y pactos mundiales durante 200 años y quedando varada en la orilla del despegue económico.
Esta escasa fuerza de desarrollo nos ha hecho un país de servicios: administración, turismo, producción para demanda de consumo interno con nula exportación, construcción (D.E.P.), Barça y Real Madrid. Un 70 % de nuestra economía. Por lo tanto, una lacra para la creación de empresas y, como corolario, puestos de trabajo. ¿Quién pone el cascabel al gato? Nuestros políticos no. Y los sindicatos, menos. Vamos al tajo.
Las ideologías. El siglo XX fue el siglo de las ideologías. Nacido filosóficamente hijo de los denominados "filósofos de la sospecha" del XIX, quienes son padres del resto de corrientes de pensamiento en la actualidad; Marx, Freud y Nietzsche pusieron la primera piedra en el desarrollo de las ideologías. En este sentido, el más preponderante fue Marx (como heredero y reformista de la izquierda hegeliana). Y, resumiendo, los más activos en la difusión de la ideología como arma del totalitarismo fueron los pensadores de la URSS, sobre todo en el periodo estalinista. Cuando la verdad forma parte de la ideología, vamos apañados. La verdad debería ser la que crease la ideología, y no al revés.
Los encendidos discursos de los líderes del proletariado de principios del XX que me parecieron escuchar hablar en la jornada anterior ala huelga y la valoración post-huelga, me hacen avergonzarme profundamente del país donde vivimos. Consumo eléctrico: baja un 17% respecto a una jornada habitual. Valoración de la huelga: más del 70%. Toma ya. También les vale a los empresarios con lo del "menos del 10%". Extrapolemos cuanta gente parada equivale al 17% y posiblemente sea un 35-40% (habría que tener en cuenta cuanta gente en huelga se ha ido a casa y ha estado viendo la teles, escuchando música, etc.). Siendo así, que no creo sea más, la huelga es un fracaso. Máxime si descontamos los que han parado por coacción (también la hay por parte de los empresarios) y no por convicción. esta huelga no la quería el país. No la queríamos porque en ningún momento el argumento han sido los 5 millones de parados, sino los derechos de los que trabajan. Y éstos han preferido defender su puesto de trabajo acudiendo al mismo, no sea que les despidan. Y valiendo el mensaje de defender las pensiones, que me vale, ¿por qué no salieron a la calle el mismo día que el parlamento aprobó el correspondiente RD?.
Basta ya de sindicatos obsoletos, estructuras caducas y herederas de la más rancia tradición de los sindicatos verticales (propaganda, función política, "obra social" a través de cursos de formación y recordemos la famosa PSV, convenios colectivos, incluso ocupan físicamente las mismas sedes del sindicato vertical...). Es necesaria la aparición de nuevas organizaciones que defiendan al trabajador desde una óptica moderna (equiparación, igualdad, "integración capacitiva",...); ya que, tras lo de ayer, me parece que estos sindicatos están viviendo una muerte agónica que dependerá únicamente del tiempo que los políticos quieran mantenerlos con vida. Vamos, que si pagan bien, me apunto, jejeje. Vamos, que el logo que robé a Alicia ya tiene su lugar.
No os entretengo más, me voy a correr un rato que el domingo reaparezco en Medio Maratón y no me veo muy preparado. Hoy estoy contento, regresa Elena. Por motivos de la huelga, vuelve un día más tarde; ya que estaba en Ginebra y no le tocó servicios mínimos. Espero que, al menos haya hecho turismo (como allí no hay mucho que ver, espero que al menos haya escrito al buzón de sugerencias de las Naciones Unidas, jejeje ¿o lo que había allí era la FIFA?, ¿o la UEFA?, ¿o la UE?. Total, ninguna de ellas sirve para nada...)
Como despedida os dejo con Australian Blonde y su "Cosmic", dedicada a la visión cosmogónica del mundo que tienen nuestros queridísimos sindicatos. Que las ideologías no empañen nunca la verdad, amigos.
Estuve en la manifestación de ayer en Salamanca... Pufff... Me fui a casa con el alma alicaída... Apenas hubo participación y entre la que hubo se respiraba decepción y desconfianza hacia los sindicatos. Nadie quería la huelga ahora, sí en cambio, escuché a gente hace casi un año, antes de navidad, indignada con los sindicatos ante el número masivo de despidos en sus empresas, los cuáles no entendían por qué no se hacía ni se decía nada. Pero ahora no.
ResponderEliminarUna manifestación rara. Ahí cada uno iba a lo suyo, que si anticapitalistas, que si "empleo verde", que si estudiantes... De todo. Luego los de CNT se quedaron apartados para demostrar su NO a los sindicatos. Pero no había nada de unión. Ni un poquito. Cuando se leyeron los manifiestos, la gente no respondía. Sólo había caras y comentarios de: "eso espero...", pero sin una pizca de confianza.
Si deben de pagar bien. Y no sólo eso, aquí los coleguitas que llevan los sindicatos viajan en primera clase y comen en hotelazos, como sus coleguitas los políticos. Café, copa y puro a diario. Y el día de la huelga, también cobro, claro. Volvemos a la misma, corrupción al poder. Y las dirigentes sindicales, y digo LAS... ¿dónde están?
Cómo decían nuestros paraguas de la asociación juvenil en el 1 de mayo... ¿A dónde vamos con la que está cayendo?
Por lo general bastante de acuerdo, esta huelga ha sido un paripé. Estos sindicatos hacen aproximadamente lo mismo en favor del empleo que el INEM, es decir generan el empleo de los que "trabajan" en ello, y algunos según se ve se ganan la vida fenomenalmente con este "negocio" con la ventaja de que ni siquiera tienen que preocuparse mucho de buscar clientes (afiliados), para financiarse ya están las subvenciones con cargo a los presupuestos del estado y los generosísimos presupuestos para los presuntos cursos de formación que gestionan.
ResponderEliminarLo has dicho muy bien, son como el sindicato vertical con sus funcionarios de eso de "ser sindicalista" Por cierto que del lado de la patronal el panorame no es mucho mejor, el anterior presidente no constaba que nunca hubiera sido empresario otro funcionario de "ser de la patronal", y el de ahora se dedica a ir dejando pufos por ahí, así que que autoridad moral va a tener...
Ah, y del gobierno mejor ni hablemos ¡Qué país! Indestructible, si hay que buscar algo positivo.
Cuando los sindicatos recauden dinero de sus afiliados (y alguna pequeña subvención, si se quiere)y las millonadas que se les dedican ahora se inviertan en la creación de trabajo (QUE PASA POR LA CREACIÓN DE EMPRESAS, NO POR ESPERAR A QUE OTROS LAS CREEN, ME CONTRATEN Y ME LIBEREN; NI TAMPOCO PORQUE LA ADMINISTRACIÓN SIGA AUMENTANDO SUS NÓMINAS HASTA QUE EL PAÍS ESTÉ MÁS ABOCADO A LA RUINA) se empezará a valorar su papel en su justa medida.
ResponderEliminarPor cierto, no hablaré del gobierno. Yo estaría entusiasmado de poder gritar a los cuatros vientos que soy una persona de izquierdas pero no puedo porque... NO ME LLEGA EL SUELDO.
Un abrazo y gran reflexión la tuya.
Gracias!!!
ResponderEliminarAlicia, así es. Te guardo una que escuché en la radio que te va a gustar. A ver como la encajo en un nuevo post en próximas fechas.
Phaeton, estoy contigo. Indestructible, a pesar de nuestros políticos (todos).
Rick, bienvenido. Es difícil cambiar la dinámica de un país; pero esa es la tarea de los políticos y no están por la labor.
Un abrazo a todos
Santi