EXCLUIDO

No fue fácil. Vine a Madrid con 29 años. No conocía a nadie. Trabajo duro. Muchas horas. Todas. Empresa familiar de la vieja escuela "con Franco vivíamos mejor". No fue bien. Fue mal. Pero me conoció la gente. Buena persona. Gran profesional. Puede dar más de sí. ¿Me vuelvo a BCN? ¿No? ¿Empiezo de cero de nuevo con casi 31 años?. Para entonces ya tenía amigos en Madrid. Buenos, malos, regulares. Empecé a jugar en el BM Móstoles. Grandes amigos, mejores personas. Una familia.

Hey, hay dos puestos para tí!!! OK, los veo. Acepto uno de ellos (me aceptan). Me quedo. Chicos, me quedo!!! Ya soy madrileño. Gran empresa, mal director, organigrama "en estrella": todos contra todos. Acepto un puesto que otros ansiaban, soy mal recibido. Todos robaban, llego y les corto el chollo. Ya se les advirtió: "Va a venir un catalán que os va a poner las pilas". Mal hecho, mal hecho, todos contra mí. Seis años después el dueño me dice que voy a ser el Director General. Unos días más tarde me echa. Fría noche de noviembre en un puticlub de Simancas. En los seminarios anuales que un proveedor ofrecía era el lugar donde se acababan las jornadas. La bazofia humana que me envolvía necesitaba determinados servicios que sólo allí se ofrecían. Algunos eran buenas personas, los menos. "Subes, guapo?" No me hace falta. "Súbete conmigo y con mi amiga y hacemos un trío, no te cobramos más". Gracias, no me hace falta. Llega la mano derecha del dueño: "Hombre, Santi!!! Vienes a meterte unos tiritos??" Qué dices tío??? Paso de eso. "Ah, yo pensaba que tú..." Se va. Regresa. "No digas nada de esto, sabes que R.L. come en mis manos y si yo quiero estás en la calle". No hacía falta, ya había decidio largarme para que no rajase sobre lo acontecido. A la calle. Y, por supuesto, a hablar mal de mí en el mercado, para lavar su imagen en caso de que yo hablase.

Me llaman de otra empresa. "Va a venir un hijodeputa". Todos en guardia, contra mí. No puedo hacer equipo. Imposible. Me hacen el vacío, incluso hay departamentos enteros que, por orden de su director, no me dirigen la palabra. El consejero delegado no hace nada para arreglar la situación. Otro organigrama "en estrella". Le va bien el "totum revolotum". A sufrir. 8 años de sufrimiento. La empresa se la quieren cargar los propietarios y se la cargan. Dejan una pella de 20 millones de euros. Los proveedores consideran que, en mi posición, debía saber lo que se cocía; los trabajadores, también. Total, todos contra mí. Vamos todos a la calle, yo también. Me dejan a deber 170.000 euros y me abonan un pésimo nombre en el mercado.

9 meses en paro, 7 de ellos con la rodilla rota, me dejan un poco enfocado a buscar trabajo duramente a partir de septiembre. Pero, a principios de Agosto me seleccionan, me entrevistan. Me contratan. "Que suerte haber dado contigo" (cobrando ni la mitad que antes, mismo trabajo) "Pieza clave para el futuro de la compañía". Empresa pequeña. La llevaría con la punta de... la nariz. Me voy de vacaciones la primera quincena de septiembre. Mejor me incorporo el 13. "No, no. Ya. Debes incorporarte ya, te tomas la semana y regresas". Gracias, mi mujer y mi hijo lo agradecerán especialmente. Me voy de vacaciones.

Regreso. Hola. "Pasa, pasa, te estamos esperando". "Mira es que nos han hablado pestes de tí provenientes de varios lugares distintos y la gente está muy soliviantada y debemos prescindir de tí". "Tu aventura aquí ha terminado". Vaya frase, ni el "Sayonara, baby" de Schwarzenegger. Vale, pues. Esto significa que, vaya donde vaya, hablarán mal de mí por lo anteriormente relatado y, por tanto, puedo darme por excluido del mercado. No pudieron conmigo en 8 años desde dentro, pueden desde fuera. Casi 30 años en el sector, tirados por la borda por pura rumorología malintencionada. A empezar de cero en el peor momento. Bueno, es lo que hay.

A mirar adelante, a pasar el raca raca que aún da vueltas en mi cerebro y, para alguien que no se rinde nunca como yo, que lo sepan: nothing can't stop us (aunque sea de barrendero y cobrando 700 pavos, lo importante es ser feliz y tener la conciencia tranquila)