I LEGUA DE VILLACONEJOS

Con Jorge y los cracks Ricardo y Juan

A pesar del regodeo estos últimos tiempos, vuelvo a rondar la corta distancia. este mes, los problemas de horarios de trabajo de mi mujer hacen que me tenga que inscribir sólo a carreras de asfalto y cortas porque debo acudir con Jorge y el carrito. No me apunto a carreras largas, no porque no me vea con ánimos de empujar el carrito un medio maratón sino porque el enano se satura tanto rato dentro. Un 10 kilómetros ya es una tortura para él y, por consecuencia, para mí; ya que padezco por él y porque me corta al aliento pidiéndome cosas que tengo que agacharme darle a la vez que corro o porque tengo que hablarle incluso en momentos de respiración agitada.

En cualquier caso, este día que debería haber sido para hacer una tapia en la Casa de Campo y coincidir con tantos amigos como allí han estado, se ha convertido en una carrerita de casi 6 kms. La cercanía a Valdemoro era un aliciente más para desplazarme a Villaconejos (+-25 kms de casa) y la distancia asequible para que el enano aguantase en el carro y mi enésimo intento de que corra con los chupetines, el cual ya os adelanto que volvió a ser en vano.

La inscripción era muy cara, 8.60 euros por una legua... pero se me ha hecho una carrera sorpresa en lo positivo: menos de 200 participantes, con un cartel de lujo, sobre todo en mujeres con un nivel francamente alto. El circuito se puede considerar plano; ya que se ganan unos 25 metros que luego se pierden en un circuito de ida y vuelta de 3 kms. Es rápido y sólo se atraganta un poco la subida del km 4 al 5 si se va fuerte o, en mi caso, si se el peque se pone pesadito con la conversación.

La salida se retrasó unos 15 minutos, había que tener en cuenta que la inscripción estaba abierta antes de la carrera por si alguien se incorporaba. Se sale del caso urbano durante unos metros para entrar en una carretera "muy comarcal" en dirección Colmenar de Oreja, pero de asfalto firme sin agujeros y bastante rectilínea hasta el kilómetro tres, momento en el que se vuelve por la misma carretera hacia Villaconejos. La salida se hace junto con andarines y, como salgo siempre el último me cuesta un poco pasar gente pero rápido se estira el grupo y se puede ver la "serpiente" en un trazado que baja de manera prolongada casi 1 km, sube, baja y sube durante 1 km más hasta el km 3 y luego se hace el trazado a la inversa, entrando en la Plaza Mayor (lugar de salida y meta) por el único tramo que me pareció complicado, dos curvas de 90 grados en apenas 10 metros, para una llegada apretada.

El crono era manual, con display sobre la línea de salida/meta y la bolsa compuesta por camiseta, dos bolsas de snacks, un litro de zumo, una bebida energética y un recuerdo de cristal que en casa se me cayó al querer verlo el peque y que ha dejado tantos añicos que ya veremos hasta que año siguien apareciendo cristalitos... Amén de agua, coca-cola, aquarius y manzana. Completito, que menos por 8.60 euros. En este caso me doy por satisfecho con que el dinero se gaste en camisetas y medallas para las carreras de enanos.

La fiesta se completó en compañía de Juan de RdB, con quien compartí montado de lomo y cerveza y Ricardo, que entró entre los 10 primeros y su hijo Rubén, primero en benjamines. También saludamos a Recuerdo Arroyo y su pareja, con quienes compartimos Tapia este verano. Son unas personas encantadoras y grandes deportistas, un placer verles de nuevo.

Una carrera ideal... para hacer sido gratuita. No podía haber escrito una crónica sin señalar aspectos negativos, ¿no?. Bueno, pues la número 34 de este año. El domingo, la popular de Villaviciosa de Odón.

Hay alguna fotillo donde siempre, espero añadir más si recibo alguna que nos hicieron en carrera y el track se me olvidó de pararlo en meta; ya que tras la meta venía una curva de 90 grados y un paso por encima de un bordillo que me preocupé de esquivar con el carrito y ya no recordé pararlo ahsta que Juan me preguntó por la medición, jejejeje.

Reponiendo fuerzas con Juan