II #runandbravas: la crónica

Pues la convocatoria del segundo evento bravil fue aún de mayor asistencia que la primera. Eso es bueno, la iniciativa goza de buena salud y mejores perspectivas. Ello lo hacen posible grandes amigos y otros que, poco a poco, se añaden a la agenda, para suerte propia.

En esta ocasión, quedamos para correr a las 19 horas por el parque del Retiro. La cita era en la estatua del Ángel Caído y allí fuimos llegando todos los citados con puntualidad, excepto Luisfer que se enredó en un atasco y Jesús que nos pilló en pleno inicio de la carrera. saldríamos de allí tras la previa cháchara y la foto de rigor, sobre las 19.15h. Lo que pretendía ser una vuelta completa y llegar a Las Bravas, se convertiría en una tarde accidentada.

Nos reunimos Juan, Carlos Diesel, Eva, Carla, Jorge, Charlie, Carlos y Carla, Juli, Jose, Jaime, Shin y yo, más Jesús. El ritmo de salida, con los galgos en cabeza ya era significativo, así que el pelotón se disgregó desde el inicio.

Y así llegamos de nuevo al Ángel Caído en una vuelta corta de unos 3 kms que ya denotaba ganas de bravas y que el ansia nos hizo parecer distancia más que suficiente.

Al poco de empezar, nos encontramos con mi tocayo Santi Palillo, a quien hace tiempo que no veía y me dio mucha alegría verle y nos acompañó en el recorrido.

Lo dicho, empezamos a rodar en dirección norte hasta topar con la valla perimetral y la continuamos en direcci´ñon sur hasta la Puerta del Ángel Caído. Subimos la cuesta y, viendo la hora, pensamos que era mejor ir al ágape que correr otros 20-25 minutos; ya que después iríamos al trote hasta el bar.

Y a partir de ahí, la sucesión de acontecimientos. Mientras el grupo se iba por la Cuesta de Moyano yo tenía que sacar un ticket de zona azul (es hasta las 21 horas!!!) y coger la mochila del coche. En ese momento les perdí de vista, crucé el paseo del Prado y al otro lado me esperaba Jorge.

Subimos la calle Atocha y al pasar por delante del hotel, encontramos a todos parados y a Shin preocupado porque había perdido la batería de la cámara tras haberse caído pero... sangraba por la boca. Se había caído y había perdido dos dientes del golpe. Así que, aprovechando la cantidad de policía que había por la zona con motivo de la mani, pedimos una ambulancia y llegó el Samur, le valoró y lo condujeron al 12 de Octubre. Un tío duro, como una roca, ni un gesto de dolor y pidiendo perdón por "estropearnos" la tarde. Ni mucho menos, esperamos la pronta recuperación para que vengas al próximo evento.

Cuando se fue la ambulancia, decidimos cambiar la ruta y subir por Huertas. Como el carril bus estaba habilitado para viandantes por la mani, muchos de los cuales ya regresaban pancarta en mano, corrimos por el Paseo del Prado arriba cuando se produce un robo. La gente grita "Al ladrón" y salimos tras él, con tal mala fortuna que ya nos lleva cierta ventaja y que era un velocista nato, imposible alcanzarle.

Empezamos a subir Huertas y la cuesta arriba hizo disgregarnos de nuevo hasta llegar a Las Bravas, donde nos estaba esperando el resto de personal, ya cerveza en ristre. Gerard, Juanlu, Almu,... no quiero dejarme a nadie. Al final pudieron venir dos Carlos más, un nuevo amigo y el Fisioteko, y finalmente... la mismísima Jen.

Y vamos al tema. La nota de cata. Las patatas son de tamaño similar a las de Docamar, grandes, de dos bocados. La textura de Las Bravas es más dura y de tipo harinoso. Había algunas patatas que no se partían fácilmente en dos con el tenedor. La salsa es más espesa, en mayor cantidad, quizás algo más picante y permanece más en boca. A quien no le guste mucho el picante puede que le parezca excesivo. A mi juicio, mejores las de Docamar. Pero, a petición popular, abriremos una encuesta; ya que había opniones contradictorias.

También comimos oreja y tortilla brava (de patatas con salsa brava). Para mí, el descubrimiento de la noche fue la tortilla: muy jugosa y poco cuajada. Lo mejor sin duda. La oreja, estando a alto nivel igual que las bravas, me sigue pareciendo por debajo de la de Docamar.

Y, tras la degustación y la amena charla, nos fuimos a casita tras la foto de rigor y acordando que el III #runandbravas será muy pronto y en Vallecas (run en el Parque de las Tetas) y acerca de lo cual se informará pronto, así como de las novedades que iremos incorporando al grupo y a futuros eventos.