II MEDIO MARATÓN DE MONTAÑA "MONTES DE TOLEDO"

San Pablo de los Montes es un municipio toledano muy próximo al límite con la provincia de Ciudad Real, ubicado en la comarca de los Montes de Toledo y lindando con el Parque Nacional de Cabañeros. Su atractivo turístico es ser un enclave con naturaleza en una comarca de actividad cinegética (caza mayor y menor, gran cantidad de conejos, perdiz y codorniz así como jabalí, corzo, venado...) lo cual se manifiesta en su gastronomía.

Su historia aparece en restos romanos datados del siglo II a.C., principalmente en explotaciones mineras de metales en la montaña. También existen restos arqueológicos visigodos (siglo VII). Pero realmente su vestigio más señalado es una torre defensiva del siglo XIII, alrededor de la cual se construyó posteriormente la Iglesia (de ahí que te comentase a Michel: "que raro, una Iglesia con troneras, nunca lo había visto") y alrededor de la cual creció el núcleo poblacional, actualmente de 2.400 habitantes.

Si esperáis encontrar una calle, tan solo una, llana, os equivocáis. Todo es subida y bajada y, además, pronunciadas. Es por ello, que el medio maratón celebrado no da tregua al corredor. Allí llegamos el sábado tarde y, tras alojarnos, fui a por el dorsal (más que decente feria del corredor con promoción turística local, productos deportivos y venta de dulces y embutidos de caza típicos de la zona. Siendo rigurosos, en la entrada había un grupo de lugareños en una mesa bebiendo unos cuantos cubatas así que había dudas entre decirles que lo hiciesen de manera discreta o apuntarme al evento, jejeje. La bolsa más que bien: dorsal, camiseta de algodón, chorizo de venado, botella de vino pequeña, un lácteo, gel, caramelos, botella pequeña de aceite, bolígrafo, diploma,...

Fuimos al polideportivo donde se celebraban las carreras infantiles. Inscribí a Jorge en chupetines (nacidos después de 2008) con la vana esperanza de que, al fin, se estrenase, tras los dos intentos en Orusco y el Paris. Fuimos hacia la salida tras dejarle en el polideportivo son los demás niños, donde una voluntaria les entretenía con juegos. Cuando salieron de allí, ya empezó a llorar. Le cogí en brazos para llevarlo a la salida pero no se dejaba colocar en el suelo. Así que le sentamos en el carrito. Cuando pasaron los peques por delante, intenté que viniese detrás "vamos a pillarles" y me dijo que no. Pero se lo dijo su mamá y... bajó disparado y a correr tras ellos, de la mano de su mamá. Así, se estrenó en traspasar una línea de meta en la cual recibió un helado. Espero que se vaya soltando...

Nos vimos después con Michel y Susana con sus peques María y Cecilia. Paseamos por el pueblo (cuesta arriba, cuesta abajo) y nos sentamos a esperar a Juanlu y a Óscar, con quienes, tras un par de botellines nos fuimos a cenar al pueblo vecino, Las Ventas con Peña Aguilera, al restaurante sartenilla, especialidad caza, las fotos lo atestiguan. De ahí a dormir, previos dos chupitos de orujo para digerir el estofado de venado...

Quedamos a las 8h para desayunar (salida 9h30). Café y pan tostado con aceite. No se la razón pero no me sentó bien. Tras recoger a Michel, fuimos a la salida. Todo muy bien organizado (video salida). Unos 140 atletas. Salimos al final, como siempre y anduve un par de kms con Juanlu. Iba bien pero me molestaba el estómago. Me quedé sólo, empecé a adelantar gente pero tras el avituallamiento, vomité el desayuno (el café no me sentó bien) y paré. tenía por delante a un buen grupeto de una docena con quien ir junto hubiese sido una buena elección; pero vi llegar a Óscar a lo lejos y decidí esperarle, siendo adelantado por media docena de corredores. Me llevó blablablabla hasta que en el km9 me encontré ya bastante bien (eso, cuesta arriba y andando) y cuando pude correr, él no se sentía fuerte y fuimos juntos hasta la meta (sólo llegó una corredora detrás nuestro). Andando muchísimoooooooooooooo rato.

El recorrido es bastante transitable. Hay una zona sobre el km 4, cuesta abajo y en umbría, estrecha y con piedras, peligrosa. Las bajadas también hay algunas con grava suelta. Pero son caminos forestales. Yo diría que, salvo el tramo final, el último kilómetro, es todo muy transitable. El paisaje es bastante bonito. El año pasado se celebró en verano y a las 10h30 y creo que la experiencia de ver corredores mal les ha llevado a trasladarla de fecha. hay que tener en cuenta que la zona de subida está desprotegida y cae el sol a plomo. En la bajada, la mayor parte discurre por la sombra de los árboles. He puesto fotos y vídeos de partes del recorrido. Vale la pena correrla. Muy bien organizada, se puede considerar de montaña, está extraordinariamente balizada, es imposible perderse y hay voluntarios en quad o motos de campo que constantemente van y vienen para ver como están los corredores. Como anécdota decir que me caí pero por ir con los pies muy bajos y tropezar con una piedra. Me duele la rodilla y la clavícula, creo que no es nada importante, sobre todo para mañana que vamos Juanlu y yo a hacer las Zetas de La Pedriza corriendo (+-30 kms duros de verdad).

La llegada en meta, cerveza en mano que un voluntario nos dio 20 metros antes, jejejeje. Detallazo porque veníamos sedientos. Otra más a la saca, rematada con una excelente comida con Elena y Jorge en Casa Parrilla.

Vale la pena el fin de semana, para venir con peques, comer bien, disfrutar del paisaje y por la carrera en sí. Y, en mi caso, por poder venir con Elena y Jorge y, además, gozar de la compañía de Míchel y su familia, Juanlu y Óscar.

Por último agradeceros a todos vuestras palabras en mi último post. No sé que pasa pero no me deja postear comentarios en mi propio blog, ni en el de algunos amigos blogueros. A ver como lo soluciono cuanto antes, disculpadme y no os sintáis ofendidos por ello. Bastante indignado estoy con ello...

Os dejo el track, fotos y vídeos donde siempre. Espero que la organización cuelgue las suyas porque será curioso ver la entrada en meta cerveza en mano...